La migración, sin lugar a duda, es un fenómeno que ha estado presente en nuestro mundo desde tiempos inmemoriales y que hoy en día se encuentra más presente que nunca en nuestro mundo globalizado. Cada día, muchas personas buscan nuevas oportunidades en otros países y cruzan fronteras en busca de empleos mejores, mayor seguridad y una vida mejor tanto para ellos como para sus familias, entre otros motivos.
Sin importar el motivo particular por el cual deciden dejar su país natal para establecerse en otro, es importante recordar que la migración hacia otro país se encuentra regulada por un conjunto de principios fundamentales que rigen el Derecho Migratorio. Estos principios son una guía que establecen las condiciones migratorias en la esfera legal.
Tomando como base la Resolución 04/19 aprobada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos el 7 de diciembre de 2019, que versa sobre los “Principios interamericanos sobre los derechos humanos de todas las personas migrantes, refugiadas, apátridas y las víctimas de la trata de personas”, se pueden mencionar los siguientes principios:
- Derecho a la vida: todo migrante tiene un derecho inherente a la vida. No se privará arbitrariamente de la vida a ningún migrante.
- Dignidad humana: todo migrante tiene derecho al respeto de su dignidad humana, incluida su dignidad física y su integridad sexual, psíquica y moral, cualquiera que sea su situación migratoria o lugar de origen.
- Pro-persona: cuando haya dos o más disposiciones que sean aplicables a un caso o situación concreta, los Estados deben utilizar la disposición que sea más favorable para proteger los derechos de todos los migrantes, independientemente de su situación migratoria.
- Personalidad jurídica: todo migrante, sin consideración de su situación migratoria, tiene derecho a ser reconocido en cualquier parte como persona ante la ley.
- Incentivo a la regularidad migratoria: los Estados deben incentivar la regularización de la migración evitando, en especial, la precariedad de las condiciones de trabajo y otras consecuencias de la irregular situación migratoria.
- Non-refoulement: ninguna persona será expulsada, devuelta, extraditada o, trasladada de manera informal o entregada, de ninguna manera, puesta en las fronteras de otro país, sea o no de su nacionalidad, donde su vida o libertad peligren o donde sería sometida a tortura, tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.
- Interés superior del niño, niña o adolescente: este principio implica que, en todas las acciones o decisiones que se tomen y que afecten o se refieran a niños, niñas y adolescentes, en todas las esferas de la vida, las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislativos deben tomar en cuenta y dar prioridad a los intereses del niño, niña o adolescente.
- No discriminación e igualdad de protección: todas las personas, incluidos los migrantes, son iguales ante la ley y tienen derecho a igual protección de esta sin discriminación de ninguna clase, ni por ningún motivo, incluida la condición de migrante
- Integridad personal y prohibición de tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes: todo migrante tiene derecho a su integridad física y mental. Por lo tanto, no pueden ser sometidos a torturas ni a tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.
- Prohibición de la esclavitud y la servidumbre y sus condiciones análogas: todo migrante tiene derecho a ser libre de esclavitud, servidumbre o trabajo forzoso u obligatorio. No se exigirá a ningún migrante que ejecute un trabajo forzoso u obligatorio, ni ninguna práctica análoga de esclavitud, con o sin ánimo de lucro.
- Derecho al trabajo: todo migrante tiene derecho a trabajar, lo cual conlleva la posibilidad de obtener medios para llevar una vida digna realizando una actividad lícita libremente escogida o aceptada.
- Garantías de debido proceso legal en procedimientos migratorios: todo migrante tiene derecho al debido proceso ante las cortes, tribunales y todos los demás órganos y autoridades de la administración de justicia en cualquier proceso legal conducente a la restricción o reconocimiento de sus derechos, así como ante funcionarios y autoridades específicamente encargados de la determinación de su situación migratoria.
Si bien, tomando como base el instrumento mencionado anteriormente, se podrían señalar otros principios igualmente fundamentales e importantes, se han mencionado aquellos que, de manera general, ofrecen una visión fundamental de las regulaciones que los Estados aplican o deben aplicar.
Podemos concluir que los principios del derecho migratorio establecen una base sólida que equilibra los intereses de los Estados con los derechos humanos inherentes a aquellos que abandonan su país natal en busca de mejores oportunidades en otro. La migración, sin lugar a duda, continuará siendo un tema relevante en nuestro mundo globalizado, y comprender estos principios es fundamental para abordar los desafíos y oportunidades que esto plantea.
La adopción de estos principios por parte de los Estados y su aplicabilidad en las políticas migratorias nacionales brindan una oportunidad para trabajar hacia un enfoque más humano y equitativo de la migración, reconociendo la importancia, riqueza y diversidad que aportan a la sociedad.