Equipo Regional de Cumplimiento Regulatorio
Cuando hablamos de Compliance o programas de cumplimiento por regla general lo asociamos a riesgos de lavado de dinero y activos, anticorrupción, y demás. Lo cierto es que dichos riesgos, en efecto forman parte de un programa de cumplimiento dentro de una empresa, no obstante, no abarcan la totalidad del programa como tal.
En la cotidianidad las empresas están expuestas a un gran número de riesgos legales, los cuales varían significativamente dependiendo de su rubro de negocios. Un programa integral de cumplimiento debe ser capaz de mitigar todos los posibles riesgos legales a los cuales una empresa puede estar expuesta, desde los riesgos asociados al lavado de dinero y de activos, así como los riesgos por falta de cumplimiento de normativas internas que son de obligatoria realización de cara a una ley, reglamento o normativa específica de la industria de la empresa. Dichos programas traen aparejados un sinfín de beneficios para los empresarios, desde una gestión integral de riesgos de la empresa, evitar la imposición de multas o sanciones, además de permitir dentro del mundo de los negocios actuales el poder alcanzar sus resultados empresariales y gozar de fama mercantil de cara a su cumplimiento.
Pero, ¿cómo se genera este valor agregado por parte de un compliance integral? Lo primero que debe hacerse en tomar un cambio de mentalidad a lo interno de la organización en cuanto a la importancia del cumplimiento regulatorio y los posibles impactos con los cuales puede repercutir su incumplimiento. Ningún organizacional es posible sin un cambio de enfoque de las personas, no se trata de “cumplir por cumplir”, sino más bien, de generar una cultura de cumplimiento a lo interno de la organización. En otras palabras, de nada sirve contar con el mejor programa de cumplimiento, si los encargados de aplicarlo no están conscientes de su importancia y por tanto no lo ejecutan correctamente.
Lo segundo que debe realizarse es análisis general sobre el cumplimiento del marco regulatorio que aplica para la empresa, normativas de protección al consumidor, normativas corporativas, normativas de prevención de lavado de dinero y activos, normativas para prevenir la corrupción y demás normativas aplicables a las empresas en general. Es preciso realizar un análisis de riesgos sobre el cumplimiento de la regulación actual y los planes de acción a ejecutarse para alcanzar el cumplimiento de dichas brechas. Esto le permitirá a la empresa operar con sus riesgos cubiertos, incrementar su fama mercantil y sobre todo tener mayor certeza en sus operaciones.
Cómo último paso es importar realizar un análisis específico de la normativa aplicable al sector en el cual la empresa opera, es decir, qué normativas debe cumplir en virtud de pertenecer al sector financiero, telecomunicaciones, construcción, aviación, entre otros. Este último escaneo específico les permite a las empresas reguladas tener un total control sobre los riesgos existentes en su sector y así poder listar los riesgos específicos a los cuales se ve expuesta para poder mitigarlos de la mejor manera.
Los últimos dos puntos, deben ir acompañados de una vigilancia y actualización regulatoria, para estar a la vanguardia en cuanto a las nuevas normativas y requerimientos del sector general y especifico y así poder siempre mantener un esquema de cumplimiento. Adicionalmente, es preciso que los controles y procesos sean difundidos, auditados y actualizados con cierta frecuencia, para lo cual es importante que las empresas cuenten con políticas regulatorias que especifiquen estos detalles a fin que la cultura de compliance se afiance en los trabajadores y les permita generar este valor agregado en su empresa.
En Consortium Legal contamos con un departamento regional de cumplimiento, listo para apoyarle tanto en el diagnóstico como en la implementación efectiva de un Programa de Cumplimiento Integral a su empresa, creando valor, solidez y sostenibilidad para la misma.