En la actualidad, las empresas dedicadas a la comercialización, es decir, venta de bienes y prestación de servicios cuentan con una estrategia comercial, destinada a ofrecer mejores precios que sus competidores y promoviendo una rápida rotación de sus productos; permitiendo a la empresa posicionarse estratégicamente en el mercado de forma eficiente. En virtud de lo antes expuesto, es muy común que las empresas utilicen beneficios fiscales disponibles, como son los descuentos sobre ventas que favorecen a sus clientes, priorizando la fidelización de los clientes que adquieren por mayor volumen o por la antigüedad en sus relaciones comerciales con la empresa.
Hemos observado que, los descuentos por ventas fueron útiles y eficaces durante la crisis sanitaria producto de la pandemia mundial del COVID-19, considerando también que este beneficio ha sido una práctica comercial muy común en el mercado, por lo que muchas empresas pequeñas y medianas optaron en aplicar esta estrategia de venta con la finalidad de incrementar sus ventas a fin de obtener una mayor liquidez y acelerar la rotación de sus productos, siendo capaces de optimizar sus costos de ventas. Empero, pese a que la estrategia comercial de otorgar descuentos por ventas es funcional para atraer clientes, mantener la liquidez de la empresa y mantener el control en los márgenes de ventas; también es importante tomar en consideración el cumplimiento de los requisitos fiscales establecidos en la normativa tributaria vigente, que es de carácter obligatorio para todos contribuyentes.
Con las reformas fiscales a la Ley de Concertación Tributaria y su reglamento, se establecieron los requisitos fiscales que han de observarse al momento de aplicar y otorgar los descuentos. Estos requisitos son exigibles para todos los contribuyentes que hagan uso de este beneficio, teniendo en cuenta que, en caso de que uno de estos sea omitido, existe la contingencia de que los montos otorgados en concepto de descuentos se le aplique un margen de comercialización que afecte la base imponible del Impuesto al Valor Agregado (IVA); y a su vez, se vea afectada la deducibilidad de los gastos. Advertimos que esta operación quedaría expuesta ante una fiscalización de parte de la autoridad tributaria y como consecuencia se ajusten los ingresos por ventas y la deducibilidad de costos/gastos para los períodos fiscales auditables. Ciertamente, esto generaría pérdidas económicas para la empresa y afectaría su estrategia comercial de ventas.
En síntesis, los descuentos son beneficios fiscales disponibles para cualquier producto que se ofrezca en el mercado y ha sido utilizado como estrategia comercial para captar nuevos clientes, aumentar los márgenes de ventas y liquidez, así como mantener las relaciones comerciales de mayor antigüedad; sin embargo, es indispensable que antes de poner en marcha una nueva estrategia de venta, previamente los contribuyentes deben observar las normativas fiscales para conocer este procedimiento, ya que, tienen gran incidencia en el ámbito fiscal, no solamente por la afectación directa de sus ingresos sino también de sus costos y gastos. Las empresas tendrán que identificar las oportunidades de negocios más rentables, actualizar sus políticas de venta que incorporan los descuentos, para que estos sean viables y rentables, asimismo, verificar el cumplimiento de requisitos fiscales en cada una de las transacciones que afecten las ventas en períodos fiscales no prescritos y reducir las posibles contingencias fiscales.