La llegada del COVID-19 nos presenta un escenario que ha logrado generar una verdadera disrupción en la normalidad de la economía. Las autoridades locales han tomado las medidas necesarias para mitigar la brusquedad de los impactos. Medidas financieras, comerciales, tributarias y sanitarias han sido tomadas con excepcional agilidad.
Sin embargo, la vida continua y hay obligaciones que deben ser cumplidas por los diferentes agentes económicos. Dentro de éstas se encuentra el cumplimiento con la declaración de beneficiarios finales que, como es conocido, ha tenido diferentes prórrogas. Pues parece que con o sin pandemia, las prórrogas se acabaron y a finales de marzo vence el plazo para cumplir con esta obligación sin multas ni efectos negativos. Se tendrá abril para cumplir sujeto a una reducción de la multa del cincuenta por ciento.
Muchas organizaciones tendrán en estos días su atención dirigida a otros temas, quizá prioritarios. Es a su vez importante entender cómo abordarán las autoridades públicas los incumplimientos de estas obligaciones y cualquier otra asociada al cumplimiento de deberes formales. La discusión de la fuerza mayor o el caso fortuito no parece que sea fructífera en este escenario y las multas no son menores. Ningún impacto económico es menor en una situación de anormalidad absoluta.
Así las cosas, no olvidemos sacar el tiempo para cumplir con la obligación de declarar los beneficiarios finales. Con la firma digital y la información disponible, estamos desde la casa solo a un clic de cumplir.
Para dudas o apoyo sobre este tema contáctenos al correo
corporativocr@consortiumlegal.com