Escrito por: Astrid Dominguez
En Derecho, la prevención es una práctica especialmente valiosa. Se enfoca en la identificación y resolución de problemas antes de que ocurran, lo que nos permite minimizar los riesgos y asegurar el éxito a largo plazo. Al integrar la prevención en la administración, podemos mejorar la eficiencia, aumentar la satisfacción de nuestros clientes y lideres y fortalecer la posición de la organización en el mercado. En este artículo exploraremos cómo la prevención resulta ser una herramienta valiosa, veamos un ejemplo:
En un día cualquiera, un Gerente a cargo de una operación multinacional recibe una llamada. El Ministerio Público, a través de la Fiscalía Contra Lavado de Dinero y Otros Activos, le realiza una citación indicando que requieren información relacionada con uno de sus más grandes proveedores. El mismo tipo de requerimiento podría recibirse de la Fiscalía Contra la Corrupción, la Fiscalía Contra Delitos Económicos o la Fiscalía Contra la Defraudación y Contrabando Aduaneros. ¿Cómo atender este tipo de requerimientos? ¿Estamos preparados para acreditar nuestro buen actuar?
- Desde la perspectiva reactiva.
En forma reactiva, una vez se conoce este tipo de requerimiento, o inclusive, algún llamamiento judicial, sería necesario atender el asunto a través de entrevistas y búsquedas de documentación que pueden a varios años atrás. Esta búsqueda usualmente consume mucho tiempo y requiere que el personal a cargo de la operación diaria se enfoque en actividades urgentes, dejando a un lado sus actividades usuales.
En el mejor de los casos, será posible acceder a información que justifique de forma objetiva, cuáles fueron los actos de la propia entidad. Sin embargo, también existe la posibilidad de no tener acceso a ningún tipo de información o que los datos hayan estado a cargo de una persona individual que ya no labora en la entidad. Cabe agregar que, para la atención de este tipo de asuntos, no se tiene usualmente más de una o dos semanas para presentar la misma, por lo que se esperaría contar con la información antes de vencido el plazo.
- Desde el plano de la prevención.
La respuesta o atención a cualquier requerimiento de autoridad se facilita en un porcentaje muy alto cuando existen todos los mecanismos necesarios para acreditar que dentro de una entidad se ha tenido un alto nivel de control del asunto, específicamente de las políticas y procedimientos aplicables para evitar la comisión de hechos delictivos a lo interno de la entidad. Estas políticas pueden relacionarse a aspectos de conocimiento de los proveedores, clientes, pagos de impuestos, control del personal interno, así como capacitaciones constantes sobre la ética en el actuar.
Si se tiene este tipo de documentación a la mano, sin mayor problema se puede acreditar al Ministerio Público o Juez que se ha hecho el mejor esfuerzo en mantener un control por conocer a las partes relacionadas, sin que hubiera existido posibilidad de conocer, presumir o tener indicios en forma anticipada de la existencia de alguna irregularidad o hecho delictivo por parte del propio personal o de terceros vinculados a esta.
- Conclusiones preventivas.
Administrar desde la prevención hace más eficiente la atención a los aspectos urgentes, sin que se distraiga la atención de forma abismal sobre lo importante y cotidiano. Tener un buen y eficiente control de aspectos en materia de Compliance, beneficia de forma general el funcionamiento de la entidad. Además, logra dejar documentados o evidenciados los esfuerzos sobre la correcta actuación, la inexistencia de una omisión de control o de una instrucción directa para cometer delitos. Esto significa que, ante un requerimiento de autoridad de naturaleza penal, se podrá asistir de forma transparente a atender el mismo, acreditar las actuaciones lícitas y desligarse de la investigación o el proceso penal que esté en curso.