Escrito por: Mónica Brenes y Rodrigo Taboada
Según un reporte publicado por el Banco Central de Nicaragua (“BCN”) el 3 de agosto de 2022 el flujo de remesas registrado en el país en el segundo trimestre fue de US$763.6 millones de dólares de los Estados Unidos de América, lo que implica un crecimiento de 44.1% con respecto al mismo trimestre del año 2021.
En el primer semestre del año 2022 ingresaron a Nicaragua un total de US$1,396.2, siendo este monto un 35.5% más alto con respecto al mismo período del año anterior. El informe del tercer trimestre todavía no se ha publicado, pero según las estadísticas mensuales del BCN se puede notar que en los meses de julio y agosto del corriente año el monto de las remesas recibidas aumentó considerablemente con respecto al mismo período del año anterior, siendo en julio y agosto del año 2021 un ingreso de US$351.4 millones y en julio y agosto del año 2022 un ingreso total de US$574.1 millones. El aumento considerable se ha notado en los últimos tres años, en el 2020 ingresaron un total de US$ 1,851.4 millones, en el 2021 ingresaron un total de US$ 2,146.9 millones y en los primeros ocho meses del 2022 un total de US$ 1,970.3 millones.
El 27 de diciembre del año 2019, el BCN publicó la RESOLUCIÓN CD-BCN-LIX-2-19 “Reglamento de los Proveedores de Servicios de Pago de Remesas” que regula la autorización y operación de los servicios que prestan los proveedores de servicios de pago de remesas en la República de Nicaragua. En dicho Reglamento se define a los Proveedores de Servicios de Pago de Remesas como: Persona natural o jurídica que tenga como fin principal o dentro de sus actividades comerciales habituales se dedique a la prestación de servicios de pago de remesas, en sus diferentes modalidades, tanto física como electrónica.
Este Reglamento establece el proceso y los requisitos para la obtención de licencia y registro de personas naturales y jurídicas que deseen ser proveedores de este servicio, así como su proceso de renovación cada 5 años, las obligaciones con las que deben cumplir y las sanciones a las que se enfrentan en caso de incumplimiento. Las instituciones supervisadas por la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (“SIBOIF”) y la Comisión Nacional de Microfinanzas (“CONAMI”) no deben de solicitar licencia, pero sí deben registrarse ante el BCN para ofrecer este servicio. Los proveedores de servicios de pago de remesas, además de solicitar licencia o registro ante el BCN, también deberán inscribirse ante la Unidad de Análisis Financiero (“UAF”), para efectos de cumplir con obligaciones de reporte para la prevención de lavado de activos.
El 3 de febrero del año 2021, el BCN publicó otro Reglamento aplicable a la materia de remesas mediante RESOLUCIÓN CD-BCN-VI-1-21 “Reglamento de Subagentes de los Proveedores de Servicios de Pago de Remesas” que tiene como objeto establecer requisitos que deben cumplir los proveedores de servicios de pago de remesas autorizados por el BCN para operar con subagentes. En dicho Reglamento, se define la Agencia de Servicios como: Establecimiento comercial o local en el que ofrecerá el servicio el subagente, para recibir y pagar fondos en nombre y por cuenta del proveedor de servicios de pago de remesas. Por su parte, Subagente se describe como: Persona jurídica o natural con domicilio en la República de Nicaragua que establece una relación contractual con uno o más proveedores de servicios de pago de remesas con licencias y/o registros emitidos por el BCN, que realizan operaciones de pago de remesas en sus diferentes modalidades, tanto física como electrónica, en nombre de dicho proveedor.
El sujeto obligado continúa siendo el proveedor de servicios de pago de remesas; sin embargo, este segundo Reglamento establece lineamientos y obligaciones de recolección de información y reporte que el proveedor debe de cumplir con el BCN cuando tenga una relación comercial con un subagente.
Hasta la fecha, se encuentran publicados en la página web del BCN, 7 personas jurídicas con licencia y 9 personas jurídicas con registro como proveedores de servicios de pago de remesas, entre los cuales se encuentran los principales bancos y microfinancieras del país, así como otras entidades no financieras. La regulación de los últimos años sobre este tema favorece al buen funcionamiento de este rubro que, tal como señalan las estadísticas, representa una parte importante de flujos que contribuyen con la economía del país.