Escrito por: Mónica Brenes
El proceso de debida diligencia (o “Due Diligence”) es el que se realiza cuando se desea evaluar el estado de cumplimiento de una empresa, con el fin de identificar el nivel de riesgo y oportunidades antes de firmar cualquier contrato o acuerdo económico.
Antes de iniciar este proceso, es importante que el interesado defina cuales son las áreas que desea evaluar en virtud del objetivo que se presume cumplir, ya que los procesos de debida diligencia se pueden realizar para algunas áreas en específico o para la totalidad de operaciones de una compañía.
Una vez identificado el alcance del proyecto, la empresa interesada en realizarlo debe de designar un presupuesto adecuado para todo el proceso, que vaya de la mano con los resultados que se presumen lograr con el contrato o acuerdo económico que se pretende ejecutar.
Para que este proceso sea exitoso se recomienda contratar a un equipo multidisciplinario conformado por profesionales especialistas en las distintas materias a evaluar y un responsable que mantenga el orden y la dirección del proyecto. Así como, crear un equipo interno por parte de la empresa interesada, que se encargue de dar seguimiento al proceso con la contraparte y el equipo que realizará el análisis de debida diligencia.
Normalmente, el proyecto de debida diligencia se desarrolla de la siguiente manera:
- Recopilación de información
- Análisis de la información
- Evaluación de resultados
- Mitigación de riesgos
Para cada una de las etapas se debe de designar un plazo determinado y así evitar que el proceso se vuelva engorroso y tardío, lo que puede perjudicar el objetivo que se desea alcanzar entre las partes. Es importante que el alcance del análisis y los tiempos designados, sean establecidos según la magnitud del objetivo, ya que hay contratos que ameritan más o menos recursos que otros.
Una vez finalizado el proceso, la empresa interesada debe de recibir un informe explícito con el resultado del análisis realizado por el equipo de profesionales, que identifique el estado de cumplimiento de la compañía evaluada y determine los riesgos y oportunidades a los que se enfrenta, para así tener un soporte apropiado y valioso para la decisión de continuar o no con el contrato o acuerdo económico entre las partes, o bien reevaluar la oferta y tener fundamentos para una negociación exitosa.