Nicaragua: Cómo maximizar el valor de su empresa a través de la protección de sus activos intangibles

Escrito por:

Darliss Gordon

 

Los activos intangibles, como bien sugieren su nombre, consisten en los bienes de naturaleza inmaterial, que implican un derecho o privilegio y, que, bien gestionados, tienen la particularidad de generar rentabilidad y beneficios a las empresas.  Una de sus características esenciales es que son el resultado de la capacidad creativa e innovadora del capital humano y entre algunos ejemplos encontramos: las marcas, patentes, secretos industriales, los derechos de autor, dominios de internet, franquicias, know how.

 

Tradicionalmente se consideraban los bienes materiales: edificios, infraestructura, mobiliarios, maquinarias, como los activos más valiosos de las empresas; sin embargo, con la inevitable revolución de las tecnologías de la información, la inteligencia artificial, y el crecimiento de las economías, esta situación dista de la realidad, y con más frecuencia, los activos intangibles pasan a un plano prioritario respecto de los primeros.  Los softwares pasan a sustituir grandes fábricas, el “Good will” o el prestigio de una marca, pasa a tener un valor más significativo frente a la propiedad física, las empresas que logran subsistir en un mundo tan competitivo son aquéllas que se apalancan en tecnología -basta con apreciar el contexto actual de pandemia-.

 

El presente artículo pretende identificar algunos de los beneficios más visibles de una adecuada gestión de los activos intangibles, a fin de promover el interés de los lectores en torno a hacer uso del sistema de protección de la propiedad intelectual que cada país provee dentro del marco de protección mínima internacional; pero ¿qué debo proteger? y ¿cómo debo protegerlo?; corresponderá como primer paso, realizar un preciso análisis o auditoría de los activos intangibles con los que cuenta su empresa; para ello, es recomendable contar con la asesoría de un profesional de la materia tanto para la identificación de los activos protegibles como para la definición del alcance óptimo de protección (por ejemplo, un mismo activo intangible puede ser protegido desde diferentes formas de propiedad intelectual).

 

El inventario y valor de los bienes inmateriales evidentemente estará en dependencia del giro comercial de la empresa de que se trate; así las cosas, las marcas y otros signos distintivos (nombres comerciales, slogans) suelen ser activos de extraordinario valor pues permiten y garantizan la distintividad de productos y servicios así como su calidad; el aspecto estético de un producto puede convertirse también en materia de protección como diseño industrial; pero también es posible que su empresa haya desarrollado procesos o productos innovadores o mejorados, que sean objeto de protección como patentes de invención o modelos de utilidad; o bien, que en el marco de las actividades comerciales, se hayan desarrollado softwares para el manejo de su contabilidad o inventario, etc. Todo ello, es objeto de protección como lo es aquella información comercial confidencial (estrategias comerciales o venta, lista de clientes, recetas) que constituyen secretos comerciales.  

 

La necesidad de obtener una adecuada protección de los activos intangibles, según se ha descrito en párrafos precedentes, es por cuanto el registro convierte a los activos intangibles en derechos de propiedad exclusivos, que son oponibles frente a terceros; de suerte que no solamente se garantiza el aprovechamiento por el uso por parte de su titular o quienes este designe, sino que también procura la exclusión de uso no autorizado por parte de terceros.

 

Algunos beneficios adicionales a los ya señalados, que se derivan de la protección de los activos intangibles para maximizar el valor de las empresas, se encuentran en las siguientes consideraciones:

 

  • Si se obtienen derechos exclusivos sobre marcas, patentes, derechos de autor, es posible generar ingresos a través de la concesión (en exclusividad o no) de licencias de uso por un período de tiempo determinado o de forma indefinida.
  • En caso de ventas, fusiones, joint ventures, o cualquier acuerdo comercial, a menudo se encuentra incrementado el valor de la transacción en caso de contar con activos intangibles debidamente protegidos; caso contrario, la inadecuada o inexistente protección puede ser factor decisivo para la no procedencia de la transacción por los riesgos que involucra.
  • Si los activos intangibles no se encuentran debidamente protegidos, existe la posibilidad del uso fraudulento por parte de terceros, con reducidas probabilidades de reivindicar derechos.
  • Al igual que los bienes materiales, los derechos de propiedad intelectual pueden ser objeto de garantías para créditos financieros.
  • La oportuna protección de los derechos de propiedad intelectual permite mitigar los riesgos por el uso de propiedad intelectual de terceros, y los costos derivados por infracciones involuntarias.
  • El alcance de los derechos exclusivos sobre propiedad intelectual, se circunscriben al territorio donde fueron concedidos; sin embargo, la adecuada protección en el país de origen permite previo a la ampliación de actividades en otros países obtener derechos de prelación o prioritarios para poder mantener la ventaja competitiva en los mercados extranjeros.

 

En conclusión, es fundamental que las inversiones de las empresas no se limiten a la adquisición de activos de carácter material, pues queda más que comprobado que invertir en la obtención de derechos exclusivos sobre la propiedad intelectual o los activos intangibles (existentes o futuros) pueden mejorar en gran manera su situación financiera y aumentar la productividad, maximizando el valor del negocio.